Hace más de 3 años que los países miembros de Naciones Unidas (ONU), llegaron a un acuerdo internacional sobre una visión compartida del mundo para el año 2030, una visión renovada y adaptada a la realidad global y local, que se plasmó en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que cuenta con 17 Objetivos (ODS) y 169 metas, que representan un plan de acción para las personas, el planeta, la prosperidad, la paz y las alianzas. Donde la colaboración entre los gobiernos locales y regionales, las pequeñas y medianas empresas (PYMEs), las universidades, las organizaciones comunitarias y otros actores locales será esencial para el logro de los ODS.

En julio de 2017, se realizó en la sede de la ONU en Nueva York el Foro Político de Alto Nivel de Naciones Unidas, donde representantes de gobiernos de todo el mundo y de las organizaciones de la sociedad civil se dieron cita bajo el lema de “no dejar a nadie atrás”, a fin de realizar un análisis sobre los avances en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)

En septiembre de ese mismo año, en Colombia, la Unión Iberoamericana de Municipalistas (UIM), el Gobierno de Caldas (Colombia), el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Secretaria General Iberoamericana (SEGIB) y otros aliados, realizamos del XII Congreso Iberoamericano de Municipalistas, donde se analizaron los principales retos y oportunidades para la construcción de “Una Agenda Territorial para los Objetivos de Desarrollo Sostenible” y se ratificó el rol insustituible de los Gobiernos
Locales 1 .

Las conclusiones de estos últimos encuentros han vuelto a poner de manifiesto que la acción local es la fuerza transformadora del desarrollo. Nadie discute ya que la densidad y las economías de aglomeración de las ciudades y municipios actúan como lazos que conectan todos los ODS, articulando la economía, la energía, el medio ambiente, la tecnología, la ciencia y los aspectos sociales y económicos del territorio.

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en particular el Objetivo 11: “Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles”, junto con la Nueva Agenda Urbana (NAU), ofrecen una oportunidad única para abordar los principales desafíos de las ciudades y municipios, entre otros, la creciente desigualdad, la exclusión social, la pobreza extrema, el alto desempleo, particularmente entre mujeres y jóvenes, y el aumento de riesgos por desastres naturales, en su mayoría, provocados por el cambio climático.

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