VOXLOCALIS #84

ACTUALIDAD

Caravana de Migrantes: ¿Qué los Empuja?


Índice:

1. La caravana

2. Vectores de desarraigo

3. Raíces sistémicas de migración

4. Influencia política de los Estados Unidos en Centroamérica

5. Influencia económica de los Estados Unidos en Centroamérica

6. Reacción estadounidense a la caravana centroamericana

7. Caravana centroamericana y polizontes del Mediterráneo

8. Disgregando futuras caravanas


1. La caravana

Miles de centroamericanos han formado una caravana con destino los Estados Unidos.

Menos de mil personas se dieron cita el 13 de octubre en San Pedro Sula, Honduras. Salieron a pie, cruzaron Guatemala y el 18 llegaron a la frontera mexicana. En el camino su número subió a 4.000 personas. En la frontera mexicana una barrera de soldados y funcionarios gubernamentales intentó impedir su avance, pero la avanzada de la caravana derribó las rejas que les cerraban el paso y las autoridades mexicanas se hicieron a un lado.

El número de participantes varía cada día. Esta semana se ha calculado que llega a 7.000 hondureños, salvadoreños y guatemaltecos y algunos nicaragüenses y mexicanos. Mujeres y niños forman el corazón de la caravana.

Es el grupo más numeroso que se forma para llegar a Estados Unidos. Con frecuencia los emigrantes centroamericanos viajan en grupos para protegerse y ayudarse. Es una precaución; hay criminales que los esperan en el camino y los baquianos que contratan para atravesar el desierto entre México y Estados Unidos los asaltan o abandonan. De hecho, una segunda caravana, más pequeña, llegó a la frontera sur de México el 28 de octubre.

La emigración ha sido una constante en la historia centroamericana. Fue un movimiento de masas hacia Estados Unidos durante las guerras civiles de mitad de siglo y se ha sostenido así a pesar de las políticas de desaliento de sucesivos gobiernos estadounidenses.

Una realidad nos golpea al estudiar las fotos, videos y entrevistas de los medios tradicionales y sociales: esta es gente pobre, desarmada, sin liderazgo, sin organización, moviéndose al empuje de una ilusión: vivir el sueño de una vida segura, estable y con oportunidades, lejos de su propia patria. Esta ilusión es alimentada por los que ya viven en los Estados Unidos, cerca de 2’900.000 según estimados de 2015[i].

Los gobernantes hondureños quisieron darle un líder a la caravana en la persona de Bartolo Fuentes, un periodista que circuló información sobre el inicio de la misma, quien había sido diputado de la oposición en el congreso nacional; lo acusaron de convocar a los primeros caminantes, lo encarcelaron y a poco lo dejaron en libertad discretamente. Por coincidencia, reporteros aduladores del gobierno habían divulgado en un canal televisivo nacional la mentira de que Fuentes estaba pagando los gastos de transporte y alimentación de los participantes, lo cual aumentó el número de estos. Quizá los del gobierno calcularon, ingenuamente, que la caravana reconocería a Fuentes como líder y se desbandaría al saberlo preso. Cálculo errado[ii].

El presidente Reagan decía alegre que la gente votaba con sus pies cuando salía de los países comunistas hacia Estados Unidos. Lo mismo se puede decir de los emigrantes que salen de Honduras, El Salvador y Guatemala y con mayor razón pues estos aliados capitalistas de los Estados Unidos no son capaces de proveer alimentación mínima, ocupación, educación y salud pública básica para la mayoría de su población como sí lo hacían los países comunistas; en cambio, ofrecen la misma falta de libertades civiles y de protección legal contra abusos de poder.

2. Vectores de desarraigo

Los sociólogos han tratado de explicar el fenómeno migratorio con varias teorías. La más accesible al lector no especializado hace énfasis en los factores que generan desarraigo de la población en un lugar y hacen atractivo otro.

La gente emigra por una combinación de pobreza, violencia, inseguridad, inestabilidad laboral, precarias condiciones de vida, falta de oportunidades de progreso personal, insatisfacción con su destino. Esto podríamos describirlo como el empujón para partir. Simultáneamente hay en su imaginación otro lugar donde esas fuerzas negativas desaparecen o se aminoran. Es lo que podríamos llamar la atracción para inmigrar.

Estas ideas fueron propuestas por el geógrafo alemán E.G. Ravenstein en 1885[iii]. En la década de 1980 los sociólogos Saskia Sassen-Koob[iv], criada en la Argentina, y Alejandro Portes[v], cubano, las desarrollaron para explicar el flujo de inmigrantes latinoamericanos a los Estados Unidos en ese momento.

Valga la pena recordar que en las décadas de los 80 y los 90 hubo una ola de emigración en los países latinoamericanos. Colombia, por ejemplo, perdió un importante sector de su población profesional y obrera calificada. Esta ola de emigrantes fue producida primero por la violencia narcoterrorista, cuando Colombia estuvo a punto de convertirse en un estado fallido, y luego por las políticas de apertura a la globalización, improvisadas, socialmente irresponsables e históricamente miopes, implementadas sin suficiente anticipación de sus efectos, que produjeron el cierre de numerosas empresas y la desaparición de innumerables empleos. Los principales países destinatarios de esa emigración fueron los Estados Unidos, Venezuela y España. Centro América tuvo un desangre poblacional mayor como consecuencia de las guerras civiles de la época.

Las fuerzas de desarraigo en los países centroamericanos y el atractivo de los Estados Unidos continúan alimentando la migración[vi].

La tabla acompañante muestra las altas tasas de homicidios en Honduras, El Salvador y Guatemala; figuran entre los 20 países más violentos del mundo, por encima de los territorios palestinos ocupados por Israel –donde uno esperaría una violenta guerra de independencia y liberación-, algunos países africanos en guerra civil y las masacres cometidas en Estados Unidos por propietarios privados de armas militares.

Pandillas criminales dedicadas a la extorsión, el chantaje, el tráfico de drogas y el asesinato de quienes las resisten victimizan a todos los estratos sociales pero son devastadoras para la clase trabajadora[vii]. Aunque estas pandillas son muy diversas, la atención pública se ha centrado en los “maras”[viii], que iniciaron actividades en Los Ángeles, California, entre los inmigrantes temporales que escaparon a la crueldad de la guerras civiles, y que sucesivos gobiernos estadounidenses deportaron en masa a América Central a sabiendas de que los gobiernos locales no tenían ninguna capacidad de lidiar con ellos[ix].

Funcionarios corruptos empobrecen al pueblo y debilitan la economía pues distorsionan el uso productivo de recursos. El índice de percepción de corrupción de Transparencia Internacional[x] califica 180 países de 0 -sector público percibido como muy corrupto- a 100 -sector público percibido como muy honorable-. Guatemala con un puntaje de 28, Honduras de 29 y El Salvador de 33 en 2017 mantienen su posición sin variaciones significativas desde 2012.

El producto nacional bruto per cápita de estos países -inferior a US$4.500 en 2017- indica que sus economías no pueden generar empleos bien remunerados. El alto grado de concentración de la riqueza -el coeficiente Gini es cercano a 0.50 en los tres países- limita la creación de empresas y de empleo, el acceso a crédito de inversión y la movilidad social.

La realidad es adversa a la clase trabajadora de estos países. El salario mínimo legal -entre dos y tres dólares- es un espejismo para el 65% o más de la población que trabaja en la economía informal (el rebusque colombiano) donde los salarios tienden a ser inferiores e inconstantes. No sorprende que más de una tercera parte de la población viva por debajo del nivel de pobreza, el 63.8% en el caso de Honduras.

Para darle al lector colombiano la oportunidad de comparar su país con Centroamérica se han incluido los indicadores pertinentes a Colombia.

Indicadores Económicos Seleccionados, por país

PaísTasas de HomicidiosCoeficiente GiniTasa de pobrezaTasa de empleo en ecnonomía informal-2017Salario mínimo por hora PPA*-2017Producto nacional bruto per cápita-PPA*-2017índice de percepción de corrupción-2017
El Salvador

108.64

(2015)

40.6

(2015)

33.0

(2016)

65.03.073.88933
Guatemala

31.21

(2014)

48.7

(2014)

59.3

(2014)

74.02.794.471País28
Honduras

63.75

(2015)

50.1

(2015)

63.8

(2015)

73.02.162.48029
Colombia26.50 (2015)

51.1

(2015)

28.0

(2017)

64.02.706.30237

Fuentes: Banco Mundial, Naciones Unidas: Oficina contra las drogas y el delito, Transparencia Internacional, WorldAtlas *Paridad de poder adquisitivo

En contraste con la situación que viven en sus países, los centroamericanos esperan encontrar en los Estados Unidos seguridad, empleo estable, salarios superiores y oportunidades de progreso.

Frente a las disparidades entre los Estados Unidos y los países centroamericanos la política de zero tolerancia de los inmigrantes indocumentados y el bloqueo al asilo político ordenados por Trump son incomodidades menores.

El atractivo que ejercen los Estados Unidos se fortalece con las mejoras y el abaratamiento en los medios de transporte y comunicación que les permiten a los emigrantes mantener contacto regular con sus seres queridos a pesar de la separación, aunque no eliminan la necesidad que sienten de reunificar sus familias.

3. Raíces sistémicas de migración

La realidad hondureña, salvadoreña y guatemalteca tiene su raíz en un estado incapaz de proteger la vida y hacienda de todos sus ciudadanos y en una economía nacional incapaz de ocupar productiva y lucrativamente a su mano de obra.

Los límites de la economía son resultado de los modelos de desarrollo adoptados por las elites; dan prioridad a la extracción y exportación de materias primas, generación de rentas para las mismas elites y acumulación de riqueza en pocas manos.

Dichas elites no han tenido que modernizar, profundizar y democratizar las funciones del estado porque los gobiernos estadounidenses las han respaldado incondicionalmente cuando han sido amenazadas por movimientos populares. 

De hecho, los Estados Unidos participaron en las guerras civiles de la segunda mitad del siglo pasado para impedir el triunfo de movimientos reformistas y al hacerlo los radicalizaron empujándolos a cometer crímenes contra el pueblo.

Uno esperaría que las elites fueran capaces de aplicar una solución de realpolitik a los países que dominan: neutralizar al que amenaza sus intereses de clase e implementar las reformas que propone, para de esta manera protegerse y reducir el desafecto popular de manera simultánea. Quizá eso es esperar demasiado de la inteligencia política de estadounidenses y centroamericanos aliados.

4. Influencia política de los Estados Unidos en Centroamérica

Los altos funcionarios del gobierno estadounidense estuvieron informados y condonaron crímenes atroces cuyo único propósito era eliminar la oposición a las elites y mantener el statu quo. Solo para ilustrar este punto y sin agotar la realidad podemos decir que ellos supieron sobre los siguientes hechos en el momento en que ocurrían:

  • Muerte violenta de 75.000 personas en El Salvador, de 200.000 en Guatemala; numerosos asesinatos de líderes sociales en Honduras, donde no hubo guerra civil abierta;
  • En los tres países miles de “desaparecidos”, es decir ciudadanos secuestrados y probablemente asesinados en secreto por agentes estatales;
  • Innumerables asesinatos de sacerdotes y monjas católicos y pastores protestantes en los tres países por su trabajo social
  • Asesinato del arzobispo Oscar Romero de San Salvador en 1980 por su oposición a la violencia contra la población civil, del obispo Juan Gerardi de Ciudad de Guatemala en abril de 1998 por haber dirigido la investigación sobre masacres, asesinatos selectivos, “desapariciones”, torturas y violencia sistemática contra el pueblo guatemalteco, y de seis jesuitas de la Universidad Centroamericana del Salvador en 1989 por haber propuesto la solución negociada de la guerra civil y defendido reformas sociales;
  • Participación de personal militar entrenado en la Escuela de las Américas (hoy Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad) del ejército de los Estados Unidos en la tortura, violación y asesinato de disidentes, líderes cívicos y sospechosos de albergar ideas reformistas;
  • Participación clandestina de los gobiernos de Israel, Taiwan, Suráfrica y Argentina en la provisión de armas y el entrenamiento de militares en técnicas de tortura y persecución de civiles acusados de subversión;
  • Desplazamiento forzado de poblaciones campesinas;
  • Derrocamiento del presidente legítimo de Honduras en 2009 y reelección fraudulenta del presidente del mismo país el año pasado, con aprobación suya.

Estos hechos demuestran la responsabilidad compartida entre las clases dirigentes estadounidense, hondureña, guatemalteca y salvadoreña. Como escribió la politóloga Anita Isaacs con respecto a Guatemala pero aplicable a los demás países de la región, los Estados Unidos hicieron posible el genocidio pero fueron las elites nativas quienes lo consumaron[xi].

5. Influencia económica de los Estados Unidos en Centroamérica

De otra parte, el comercio internacional es dominado por los Estados Unidos. Estos proveen el grueso de las importaciones hechas por los tres países y adquieren una parte substancial de sus exportaciones, como se ve en la siguiente tabla. Cada uno de los otros de países con los que tienen relaciones comerciales representa una fracción de las transacciones hechas con los Estados Unidos.

Principales mercados importantes y exportadores para países centroamericanos selectos- 2016

País destinatario de importaciones y originario de exportacionesImportaciones*Exportaciones**
Primer país de origenSegundo país de origenPrimer país de destinoSegundo país destino
El SalvadorEEUU - 37.9%Guatemala - 10.2%EEUU - 48.3%Honduras - 14.2%
GuatemalaEEUU - 38.1%México - 11.0%EEUU  - 34.0%El Salvador - 11.5%
HondurasEEUU - 32.8%China - 14.1%EEUU - 36.7%Alemania - 10.7%
ColombiaEEUU - 26.4%China - 19.1%EEUU - 33.5%Panamá - 6.3%

Fuente: https://www.indexmundi.com/factbook/countries *Participación porcentual en el total de importaciones del país de destino

**Participación porcentual en el total de exportaciones del país de origen

Los Estados Unidos tienen presencia política y económica dominante en los tres países y eso refuerza su atractivo como lugar de destino para los emigrantes centroamericanos.

6. Reacción estadounidense a la caravana centroamericana

El actual gobierno estadounidense ha reaccionado ante la caravana con la destemplanza que lo caracteriza. Donald Trump ha dicho, sin pruebas, que la marcha fue organizada por el partido demócrata, que en ella participan “criminales y elementos desconocidos originarios del Medio Oriente” y que se trata de una invasión violatoria de la soberanía estadounidense. Su mensaje mentiroso explota la propensión de sus simpatizantes al temor infundado, la xenofobia y los sentimientos anti-inmigrantes y los prepara para las elecciones de noviembre 6[xii].

Mike Pence, con la obsequiosidad que le inspira su temor razonable de que Trump lo elimine de la línea de sucesión presidencial, ha repetido las afirmaciones falsas de este y ha agregado, en acuerdo con el presidente de Honduras, que los caminantes son pagados por el presidente de Venezuela. Un vocero del ejército[xiii], contagiado de la retórica falaz de la Casa Blanca, ha dicho que esta caravana está mucho mejor organizada que las del pasado[xiv].

Con su desdén por los hechos Trump ha dicho: “no hay prueba de participantes del Medio Oriente, pero bien podría haberla”[xv]. Y con su desprecio por la ética y la estética ha impulsado la construcción de  una “hermosa” barrera de cemento y alambre de púas en la frontera con Latinoamérica[xvi], como si la separación física con respecto al resto del continente fuera cosa bella o equitativa.

Sus tuits amenazan con varias acciones para atajar la caravana en la frontera estadounidense:

  1. Despliegue del ejército en la frontera,
  2. Refuerzo con la Guardia Nacional (fuerzas armadas oficiales de los estados),
  3. Concentración en la frontera de la Patrulla Fronteriza, brazo armado del Departamento de Seguridad de la Patria (Homeland Security Department),
  4. Declaración de emergencia nacional para negar asilo a los participantes en la caravana,
  5. Presión sobre los gobiernos de la región para que atajen la caravana, omparable
  6. Amenaza de suspensión de ayuda económica a estos gobiernos.

Más de 5.000 soldados, a un costo estimado de US$50’000.000[xvii], han sido enviados a la frontera bajo la provocativa designación de Operación Patriota Leal; su número es comparable al de las tropas que enfrentan enemigos armados en Irak y Afganistán[xviii]. Legalmente el ejército no puede hacer tareas de policía dentro del país, la Guardia Nacional obedece las órdenes de sus gobernadores respectivos, la Patrulla Fronteriza podría abrir fuego contra la caravana pero no sería oportuno, la emergencia nacional declarada el año pasado contra viajeros musulmanes tuvo impacto limitado por decisión judicial.

La presión sobre los gobiernos centroamericanos y mexicano ha producido una oleada de represión en la región. Una segunda caravana que llegó a México fue recibida por el ejército de este país con balas de caucho que dejaron un muerto y varios heridos[xix].

La amenaza de suspender la ayuda económica ha eliminado el barniz diplomático que la presenta como un acto de generosidad. Quejándose de la inhabilidad de los gobernantes centroamericanos para atajar la caravana ha dicho: “Se les paga un mundo de dinero cada año. No han hecho nada por nosotros”. El quid pro quo impuesto a esos gobiernos con la ayuda civil y militar se manifiesta, por ejemplo, en seguimiento incondicional de las políticas internacionales y comerciales de los Estados Unidos, adopción de sus políticas anti-drogas e impunidad para agentes del gobierno estadunidense que sin fuero diplomático cometen delitos en sus territorios.

La ayuda exterior es irrisoria en términos absolutos y en comparación con el producto nacional bruto de los tres países, como se ve en la siguiente tabla. Mal paradas quedan las elites locales si los Estados Unidos pueden ejercer tanta influencia con tan poco dinero.

Ayuda económica de Estados Unidos y PNB centroamericano

PaísAyuda económica -2017 (US$000.000)Ayuda militar-2017 (US$000.000)Producto nacional bruto – PPA – 2016*
El Salvador115623,912
Guatemala2493028,224
Honduras1751421,644
Colombia47572280,091

Fuentes: https://explorer.usaid.gov/ , https://data.worldbank.org/region/latin-america-and-caribbean * US$ constante - Mil millones


Trump y sus aliados quieren legislación restrictiva de la inmigración. Como en Colombia, el fetichismo legal inspira a políticos y a burócratas a legislar para no tocar la raíz de los problemas sociales[xx]. Ninguna ley va a parar la migración centroamericana legal o ilegal si los estados son incapaces de proteger a todos sus ciudadanos y las economías de producir mejores condiciones de vida para sus pueblos.

7. Caravana centroamericana y polizontes del Mediterráneo

La caravana es un fenómeno social similar al de los migrantes del Medio Oriente y del África que están tocando a las puertas de Europa. Puede también considerarse como un prototipo de movimientos poblacionales que se avecinan en el mundo.

Las masas de trabajadores –calificados y no calificados- del mundo subdesarrollado (aunque la dicotomía desarrollo/subdesarrollo fastidia a muchos en ambos mundos, en la realidad sigue vigente y en el contexto de este escrito es útil) están sujetas a las mismas o a más poderosas fuerzas de desarraigamiento que se observan en los miembros de la caravana centroamericana.

En algunos países africanos y asiáticos la violencia social, la pobreza, el desempleo y la falta de oportunidades se combinan con guerras civiles extremadamente sangrientas, conflictos religiosos y étnicos, cambios climáticos y minería a cielo abierto que reducen la frontera agrícola y el territorio habitable y elites que asolan sus países como plaga de langostas. Economías basadas en la exportación de materias primas facilitan la apropiación de la riqueza social por las elites locales.

Están igualmente expuestas a la atracción que ejercen los países desarrollados, presentes como están en la imaginación popular por virtud de la manera de vivir del personal vinculado a las subsidiarias locales de sus corporaciones multinacionales, de los gastos suntuarios de sus turistas, de la propaganda comercial que promueve estándares de vida más vistosos, del cine que refleja la comodidad de hogares y ciudades. Es decir, a los ojos del mundo subdesarrollado es posible que las condiciones de vida del desarrollado no se vean como accesibles localmente en el curso de una vida, pero están allá, al final de un viaje que se puede hacer por tierra, mar o aire.

Ni el desierto del Sahara ni el mar Mediterráneo son suficientes para disuadir a potenciales emigrantes.

8. Disgregando futuras caravanas

Mantener las masas aquerenciadas en sus lugares de origen requiere una combinación de incentivos que neutralicen las fuerzas que las empujan a partir y que las llaman a otra parte. Es decir, lo repetimos, necesita de un estado que proteja la vida y hacienda de todos sus ciudadanos y una economía que ocupe productiva y lucrativamente a la mano de obra existente. Faltando estas dos condiciones, y sabiendo que las disparidades con el mundo desarrollado serán cada día más notorias para el subdesarrollado, podemos anticipar no una caravana sino una oleada de gente buscando mejores tierras donde asentarse.

Uno puede identificar razones para decir que el  mundo desarrollado, destino lógico de ese movimiento poblacional, tiene un deber moral de recibirlo:

  • algunos países desarrollados construyeron su riqueza con trabajadores y recursos del que todavía es mundo subdesarrollado,
  • algunos son cómplices en la supervivencia de elites locales ineptas y cleptómanas,
  • algunos continúan enriqueciéndose con la explotación de materias primas sin beneficio para poblaciones nativas,
  • algunos se han beneficiado de mercados cautivos en el mundo subdesarrollado,
  • los bajos costos de la producción industrial han destruido las industrias ineficientes pero generadoras de empleo en el mundo subdesarrollado.

Pero en el curso normal de las las relaciones entre sociedades y estados no podemos apostar a que las consideraciones morales tengan prioridad sobre las consideraciones prácticas ni anticipar que el mundo desarrollado pueda absorber a toda la población del subdesarrollado o a parte substancial de la misma. Ante esta realidad sugiero que revisemos las opciones que tiene el mundo desarrollado para disgregar futuras caravanas:

  • reducir el número de habitantes del mundo subdesarrollado promoviendo guerras civiles (como en Siria, Irak, Libia, el Congo) o guerras localizadas (como en el Yemen o en los territorios ocupados de Palestina), o induciendo epidemias (como lo hicieron ingleses y españoles cuando llegaron a América),
  • impedir la llegada de inmigrantes a su territorio con una muralla (como la que está construyendo Trump en la frontera con Latinoamérica, o la que construyeron los chinos contra los mongoles o los romanos en su provincia de Britania), o con una cortina de balas (como lo ha prometido Trump a la caravana centroamericana),
  • impedir que los emigrantes salgan del mundo subdesarrollado (con una muralla interna construida por un gobierno local a la manera de la que construyeron los países comunistas durante la Guerra Fría),
  • rediseñar la ayuda externa para fortalecer la economía del mundo subdesarrollado, crear empleo y mejorar las condiciones de vida de las masas de manera que se queden donde están o se muevan dentro de los linderos de sus propios países.

Esta última opción, a mi parecer la más racional, tiene efectos esperados a mediano o largo plazo ya que la creación de empresas, la construcción de fábricas, el desarrollo de industrias y la formación de redes de servicios que ocuparán a los emigrantes potenciales tienen que pasar por etapas de planeación, preparación y completamiento de variada duración. Por eso, los planes para desarrollar el mundo subdesarrollado no dan espera.

 


[i] https://www.migrationpolicy.org/article/central-american-immigrants-united-states

[ii] https://www.thedailybeast.com/forget-trump-hysteria-heres-how-the-migrant-caravan-crisis-really-began

[iii] https://cla.umn.edu/sites/cla.umn.edu/files/the_laws_of_migration.pdf            

[iv] https://www.jstor.org/stable/20872000?seq=1#page_scan_tab_contents

[v] http://www.rci.rutgers.edu/~jborocz/apbjimr.pdf

[vi] http://georgetownsecuritystudiesreview.org/2017/04/24/drivers-of-migration-in-central-america/

[vii] https://jesuits.org/Assets/Publications/File/Report_UnwillingParticipants_v4.pdf

[viii] https://fas.org/sgp/crs/row/RL34112.pdf

[ix] https://www.vox.com/policy-and-politics/2018/2/26/16955936/ms-13-trump-immigrants-crime

[x] https://www.transparency.org/news/feature/corruption_perceptions_index_2017

[xi] https://www.nytimes.com/roomfordebate/2013/05/19/what-guilt-does-the-us-bear-in-guatemala/we-enabled-guatemalan-genocide-but-the-elite-committed-it

[xii] https://theintercept.com/2018/10/29/trump-manufacturing-border-crisis-families-caravan

[xiii] General T.J. O’Shaughenessy, jefe del Comando Norteño del ejército estadounidense

[xiv] https://theintercept.com/2018/10/31/operation-faithful-patriot-border-troops-bad-intel/

[xv] https://www.huffingtonpost.com/entry/trump-no-proof-migrant-caravan-middle-easterners_us_5bcfdfade4b0a8f17ef1d82d

[xvi] https://www.huffingtonpost.com/entry/trump-barbed-wire-montana-rally-beautiful_us_5bde3b9fe4b04367a87d2495

[xvii] https://www.newsweek.com/trump-administration-migrant-caravan-border-troops-1194215

[xviii] https://www.newsweek.com/trump-administration-migrant-caravan-border-troops-1193694

[xix] http://www.latimes.com/world/mexico-americas/la-fg-mexico-migrant-caravan-20181029-story.html

[xx] http://nymag.com/intelligencer/2018/06/we-owe-central-american-migrants-much-more-than-this.html

 

Nota al lector: Una versión corta de este artículo fue publicada en la revista colombiana en línea Razón Pública, edición del 29 de octubre de 2018, bajo el títuloLa caravana: entre la desesperación y la incertidumbre, que se encuentra en este enlace: https://www.razonpublica.com/index.php/econom-y-sociedad-temas-29/11515-la-caravana-entre-la-desesperaci%C3%B3n-y-la-incertidumbre.html

 

icon
Luis Javier Mejia Maya  (   Colombia )

Doctor en Economía por la Fordham University de Nueva York. Actualmente está jubilado y se dedica a la lectura, la crítica y el disfrute de las artes.