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Palabras clave: sustentabilidad, turismo comunitario, participación ciudadana.
Para la Organización Mundial del Turismo (OMT, 2016), el turismo comprende las actividades que realizan las personas durante sus viajes y estancias en lugares distintos al de su residencia habitual por menos de un año y con fines de ocio, negocios, estudio, entre otros.
Se trata de una actividad multisectorial que genera, directa e indirectamente, una serie de beneficios a la sociedad. Para ello, moviliza a diversos agentes y grupos sociales de manera ordenada y planificada.
Posee un carácter social, dado que está dirigido a satisfacer las necesidades de las personas, tiene una naturaleza económica, ya que es capaz de generar recursos al país receptor de los flujos turísticos; política, porque responde a los lineamientos y planes de desarrollo de los sistemas de gobierno; y cultural, porque permite conocer la vida e idiosincrasia de personas de diferentes realidades geográficas y educativa, en tanto que puede ser un medio de formación personal e intelectual.
En ese sentido, las actividades turísticas son practicadas en diferentes escenarios incluyendo el espacio urbano y rural, por lo que, la oferta de turismo en las zonas rurales ha permitido una recuperación económica gradual y se ha logrado un beneficio ambiental debido a que se reduce la tala de árboles que generalmente se practica en las comunidades para un sustento económico.
Sin embargo, si se habla en relación a la sustentabilidad y el cuidado del medio ambiente, es preciso hacer notar que a pesar de las normas y lineamientos nacionales e internacionales que regulan la actividad turística, en México aún no se ha logrado un proceso de concientización en la población respecto al cuidado que se debe tener de los recursos naturales que envuelven el territorio nacional, ya que las políticas aplicadas por algunos gobiernos locales han ido encaminadas al aumento de visitantes de las regiones rurales del país, más no a un proceso turístico planificado y eficiente a favor del cuidado del agua, de la flora y la fauna que aún se posee.
El impacto se da también en términos económicos, pues como lo establece Maldonado (2006), algunas consecuencias negativas que el turismo ha tenido en zonas rurales son:
De ahí que se tenga la necesidad no sólo de contar con políticas de corte internacional a favor de la sustentabilidad, sino de impulsar la participación ciudadana a favor del espacio natural que aún tenemos y de la generación de actividades que además de fomentar el crecimiento económico de una región hagan posible un desarrollo integral en términos sociales ya que de lo contrario, se puede generar inestabilidad en cuanto a generación de empleo se refiere, y por tanto el índice delictivo de las regiones rurales puede verse incrementado.
A partir del panorama anterior, es necesario establecer que cada iniciativa realizada tanto por gobiernos locales como por los ciudadanos interesados por mejorar sus condiciones de vida, debe ir encaminada hacia un eje donde la sustentabilidad sea el eje rector.
Así, un proceso sostenible es entendido como la capacidad para producir indefinidamente a un ritmo en el cual no se agotan los recursos que se utilizan y que no produce más contaminantes de los que puede absorber el entorno, ya que toma en cuenta los aspectos relacionados con la reducción de la vulnerabilidad humana. (Calvente, 2005)
Por tanto, turismo sustentable significa conservar los recursos naturales y culturales de una región, preservando cada uno para futuras generaciones; e implica planificar y gestionar acciones a favor del medio ambiente y del entorno sociocultural, además de mantener en un estatus elevado el nivel de satisfacción tanto de visitantes como de pobladores (PROMÉXICO, 2016).
Rumbo a un Turismo Sostenible.
Gracias a la preocupación internacional que se ha generado durante los últimos años por el medio ambiente, el turista actual en diversos países ha ido adquiriendo un mayor interés por la preservación del entorno, por lo que poco a poco, la tendencia del mercado actual se dirige a las siguientes tendencias:
Beneficios
A partir de lo anterior, es posible determinar que los beneficios del turismo sustentable son numerosos y entre los más representativos se puede encontrar: el fácil acceso a fuentes de financiamiento, la participación de las comunidades, la creación de empleos de calidad, la reducción de la contaminación, evita la degradación física y visual del medio ambiente, los destinos son de mayor calidad, mejora la calidad de vida y genera un ahorro de energía entre otras ventajas más.
La pregunta esencial para el lector es: ¿Te atreves a ser un turista responsable?, entonces puedes seguir el decálogo del turista responsable que Greenpeace recomienda:
Todos y cada uno de nosotros podemos colaborar para tener un mejor espacio, un lugar donde además de disfrutar de los ríos, lagos, bosques, mares y playas que nos ofrece nuestro planeta, podamos contribuir a cuidar la flora y fauna que cohabita con los seres humanos.
Se requiere tomar acción para beneficio de todos, se necesita conocer y entender el turismo sustentable para diseñar políticas adecuadas y hacer que sean conocidas y aplicadas por todos los ciudadanos.
No se trata sólo de encontrar textos completos y teoría relacionada con el tema, sino de involucrarse con las actividades que pueden hacer que nuestro planeta… nuestro hogar… realmente perdure.
FUENTES DE REFERENCIA
AUTOR
Proyecciones Sustentables Tepetl surge con el deseo de trascender como factor de cambio para el mejoramiento de las condiciones de vida de la gente la sierra norte del estado de Puebla y busca aprovechar el interés de las personas en proyectos locales, con la finalidad de desarrollar cada zona de la región en el ámbito social, productivo, cultural y turístico, por lo que la participación ciudadana es uno de nuestros más altos objetivos.
Sociólogo, con más de 15 años de experiencia profesional, me he especializado en distintos ámbitos del desarrollo local con especial énfasis en zonas rurales, promoviendo la participación de la sociedad civil, el fortalecimiento institucional de los gobiernos locales, la gestión del conocimiento y la construcción de capacidades en América Latina.