En septiembre 2015 la Cumbre de Desarrollo de las Naciones Unidas ha marcado la aprobación de la Agenda 2030 que identifica 17 objetivos y 169 metas a alcanzarse en los próximos quince años.

La reflexión sobre el papel estratégico que pueden y deben jugar los territorios para enfrentar el reto de la implementación ha venido tomando espacio a lo largo de todo el proceso de discusión y de elaboración de esta nueva agenda concretándose en su formal reconocimiento en la declaración final. Ahora el desafío para todos es: ¿“cómo convertir en estrategias y herramientas concretas esta adquisición política? 

El Tercer Fórum Mundial de Desarrollo Económico Local[1] (DEL), realizado en Turín en Octubre 2015, fue abierto por una intervención escrita del Papa que recalcó la “potencialidad del DEL como motor de una visión diferente de la economía, del desarrollo, de la relación con la tierra y las personas” y así promover “la ejecución de la Agenda 2030, la inclusión, la protección ambiental y el desarrollo humano integral”. El objetivo del Foro era de reflexionar sobre si y como el DEL pudiera ser una estrategia operacional útil y oportuna para este fin. 

Representantes de gobiernos locales y nacionales, juntos a representantes del sector privado, de los sindicatos, de la sociedad civil, del mundo académico y las fundaciones de 130 países se reunieron para dialogar sobre mecanismos e instrumentos territoriales capaces de fomentar el objetivo de mayor coherencia entre dimensión local, nacional y global, que requiere la implementación efectiva y eficaz de la Agenda 2030.

Esta última reconoce específicamente que en una economía cada vez más global, las ciudades y las regiones son a la vez núcleos y motores de acción y transformación, elementos necesarios para atacar los desafíos que ocupan y preocupan la ciudadanía de los países, como son el cambio climático, el movimiento masivo de poblaciones, la economía ilegal, los derechos de las personas, la salud, la educación, la lucha a la corrupción y la necesidad de multiplicar oportunidades para jóvenes y mujeres. El debate entre los 2400 participantes al Tercer Foro ha confirmado que el recurso representado por el rol activo de los territorios es un valor conocido y reconocido en todas culturas, economías y religiones. La asignatura pendiente es de cómo mejor reflejarlo en las funciones y recursos que las políticas de descentralización y desconcentración de los países del norte y del sur prevén al respecto, y consecuentemente de cómo colocarlo en las lógicas y modalidades de los programas de cooperación internacional relacionados con los ODS.

Entre las conclusiones del Tercer Foro, los participantes han subrayado el enfoque territorial como una estrategia determinante para la cohesión social y para un desarrollo urbano “inteligente”, preocupado también de limitar la brecha entre las zonas urbanas y rurales. Una estrategia que relaciona de forma directa y dinámica el espacio físico, el medio ambiente y la ciudadanía que lo habita, junto al potencial de las relaciones, económicas y culturales, que se expresan, también de forma competitiva, entre las múltiples entidades que viven y operan en él.

Siendo que otro reto para la implementación de los 17 objetivos es de realizarla de forma integrada y no de forma separada por cada uno de los objetivos, se subrayó también que el DEL es en este sentido determinante por su característica de ser denominador común entre múltiples áreas temáticas: jóvenes, género, cultura, agricultura, tecnología de la información, migración y medio ambiente, entre otros.

El Foro de Turín ha sido además una oportunidad de presentación y discusión de prácticas e intercambio de herramientas innovadoras que en diferentes países han demostrado ser efectivas para ampliar las oportunidades de ingreso y de trabajo decente aprovechando de manera sostenible los recursos presentes en su territorio como son las Agencias de Desarrollo Económico Local, los mapas de marketing territorial y la cualidad de los productos y de la gestión para insertarse también en el mercado nacional y global.

Dando seguimiento a los Diálogos sobre la localización de la Agenda Post 2015, realizados en 2014 por el Grupo de las Naciones Unidas para el Desarrollo (GNUD), a través de PNUD y ONU Hábitat, junto a la Global Task Force de Gobiernos Locales y Regionales liderada por CGLU, el Tercer Foro ha sido además ocasión para avanzar en el proceso de elaboración de un toolkit destinado a facilitar la aplicación de los ODS en el ámbito local.  El toolkit es un proceso que se propone identificar innovaciones y herramientas que han resultado efectivas para declinar en la gestión cotidiana los servicios territoriales, los planes de desarrollo locales y los objetivos estratégicos de desarrollo humano sostenible. Este proceso de elaboración del toolkit es parte de la estrategia de GNUD para brindar apoyo eficaz a los países en la aplicación de la agenda 2030 (MAPS por sus siglas en inglés: Integración, Aceleración y apoyo a Políticas), que concede una importancia crítica a la integración de los nuevos ODS dentro de la planificación del desarrollo nacional y local.

El debate del Foro trató también el rol de la cooperación internacional para el desafío de implementación de los ODS. Se tocaron tanto aspectos de contenidos como de modalidades de cooperación efectivas para implementarlos. En tema de contenidos se acordaron múltiples iniciativas que apuntan a compartir prácticas y herramientas de los países para articular a los ODS dentro de los procesos de programación local y nacional. En lo que concierne las modalidades, se enfatizó que a pesar de las  indicaciones del debate sobre  eficacia del desarrollo, (por ejemplo  la cooperación orientada por la demanda integrada de los territorios, la articulación multinivel y las plataformas multi-actores y multi-donantes)  las prácticas corrientes son todavía fuertemente amarradas a una cooperación dirigida por la oferta, a un enfoque sectorial y a una lógica que  “escoge “ el nivel de acción : o sólo local, o sólo nacional o sólo global.

El Secretario General de la ONU, concluyendo el Foro mencionó expresamente que “mientras nos centramos en los acuerdos mundiales, tenemos que darnos cuenta de que los entornos locales son fundamentales para el éxito. Es por eso que es tan importante para estos objetivos globales que se avancen en las ciudades, regiones y territorios. El DEL eleva el nivel de vida. Fomenta la inclusión social. Y contribuye a la estabilidad y la paz”. Cuando desbloqueamos soluciones locales, avanzamos en el progreso global.

SOBRE EL AUTOR:  El Sr. Giovanni Camilleri, médico de formación, ha operado en diferentes ámbitos de cooperación internacional: bilateral, multilateral y organizaciones no gubernamentales. Común denominador de estas diferentes experiencias ha sido por un lado focalizar el valor estratégico de la dimensión local para abordar temáticas y prioridades de orden nacional y de relevancia global, y por otro lado la importancia de la articulación de los diferentes actores que operan en el terreno para alcanzar un impacto, cualidad y sostenibilidad a los procesos nacionales de desarrollo de los países. El Sr. Camilleri inició como voluntario de la ONU en 1980 en las Comoras y siguió trabajando en la Cooperación Italiana en diferentes programas de organización local para situaciones de emergencias. Desde 1995 trabaja con la Naciones Unidas operando en multiples países de Asia, África y América Latina. Desde el año 2005 coordina la Iniciativa ART – Hub para los partenariados territoriales del PNUD; actualmente en el PNUD Bruselas.