VOXLOCALIS #69

ACTUALIDAD

En la próxima década, el globo terráqueo sufrirá cambios sustanciales que afectaran la toma de decisiones y las formas de pensar de actores y comunidades mundiales, regionales, nacionales y subnacionales; los cuales se encuentran estrechamente relacionados con el advenimiento de la cuarta ola de globalización, que articulará los siguientes fenómenos: la consolidación de las economías emergentes.

En la próxima década, el globo terráqueo sufrirá cambios sustanciales que afectaran la toma de decisiones y las formas de pensar de actores y comunidades mundiales, regionales, nacionales y subnacionales; los cuales se encuentran estrechamente relacionados con el advenimiento de la cuarta ola de globalización, la cual articulará los siguientes fenómenos: la consolidación de las economías emergentes; la expansión de los procesos de integración regional; los efectos de la crisis financiera internacional; el corolario de la cuarta ola de democratización; y el reconocimiento de la Cosmourbanización.

Cada cuatro décadas el mundo está sufriendo un fuerte estremecimiento que sacude los cimientos en los que ha estructurado su pensamiento político y económico como sociedad global. Esta sacudida tiene como hecho detonante dos elementos resaltables que ocurren de manera contemporánea: crisis financiera internacional y olas de democratización. Estos fenómenos han ocurrido en dos momentos históricos: el primero en el ocaso de la década de los setenta del siglo XX, en la postrimería de la segunda ola de globalización; el segundo  en 2011, con la aparición de la cuarta ola de democratización contextualizada en el fenómeno de la primavera árabe, acompañada de la crisis financiera internacional. El surgimiento de estos dos eventos simultáneos en un espacio temporal determinado marca el preludio de una nueva ola de globalización.

Uno de los ingredientes fundamentales de la cuarta ola de globalización, será la profundización del fenómeno de las economías emergentes. Estas se reconocen de esta manera, por la dinámica de incorporación de unos nuevos países al contexto del comercio internacional, ya no en calidad de exportadores de commodities, sino de productos manufacturados. En ese orden de ideas, a esos países se les empezó a denominar economías emergentes y fueron conocidos  en principio como los BRICH, los cuales empezaron a descollar desde la tercera ola de globalización.

El informe Global Trends 2030 de la CIA, señala el declive del mundo occidental, pronosticando el fin de cinco siglos de dominación, anticipando que Estados Unidos perderá la hegemonía económica, debido al arribo de colosos emergentes como China.

Los países centrales afrontando crisis financieras van a sucumbir frente a las economías emergentes. Según el Informe de Desarrollo Humano 2013 del PNUD; en el 2020, la producción económica combinada de solamente tres países emergentes: Brasil, China e India, superara la producción conjunta de Canadá, Francia, Alemania, Italia, Reino Unido y Estados Unidos. Gran parte de esa expansión es impulsada por nuevas asociaciones de comercio y tecnología en el interior mismo del sur. En ese mismo estudio se proyecta que para 2050, esas tres economías emergentes en conjunto representaran el 40% de la producción mundial en términos de la paridad del poder adquisitivo.

Una de las características más dicientes del despegue económico vertiginoso y sin precedentes de las economías emergentes en la tercera ola de globalización, se refiere a las altas tasas de población que les identifica y a la producción per cápita que duplicaron en menos de veinte años, afectando a una población mayor que la de la revolución industrial. En la cuarta ola de globalización, ese contexto asoma la probabilidad de surgimiento de otro escenario adjunto, constituido por un grupo de países con tasas altas de crecimiento económico y un incremento poblacional importante. Se trata del CINETV, correspondiente a Colombia, Indonesia, Nigeria, Etiopia, Turquía y Vietnam

En los próximos quince años, las economías emergentes consolidarán aparatos económicos y militares, que le restaran hegemonía a los otrora países centrales, creando organismos multilaterales de crédito de igual relevancia a los creados en la segunda ola de globalización. Un primer estreno de esa perspectiva, es la firma del acuerdo para la creación del Banco de Desarrollo de los BRICS en 2014, producto de una iniciativa de Brasil, India, China, Rusia y Sudáfrica. Esa nueva organización  bancaria, arranca con un capital inicial de cien mil millones de dólares y un fondo de reservas de igual monto. Este banco tiene su sede en Shanghái y surge como una alternativa al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial, tradicionales ordenadores de la política económica internacional.

La vigorización de las economías emergentes, les ha convertido en actores estratégicos de la gobernanza mundial, posicionándoles como vigas sostenedoras de la economía global. En esa proyección, cualquier asomo de debilidad de alguno de estos países pondrá a temblar los cimientos de la estructura financiera mundial. Precisamente, en el 2015 la devaluación del Yuan Chino causo una importante conmoción prendiendo las alarmas

La Unión Europea enfrentará una crisis financiera de largo aliento, de al menos una década, la cual amenazará la estabilidad del más longevo y autentico proceso de integración regional de carácter supranacional. Este bloque económico va a tener que modificar sus estatutos como ya lo había hecho en el Tratado de Lisboa, para poder enfrentar los nuevos retos geopolíticos y financieros.

La cuarta ola de democratización iniciada en el 2011 con la primavera árabe tendrá unas expresiones subyacentes en el contexto latinoamericano. En el 2025 empieza el final de la segunda ola de movimientos populistas iniciada en la década de los ochenta del siglo XX. A ella, se unirá el declive de la hegemonía populista estatista radical escalonada de los hermanos Castro en Cuba.

De igual manera, los bajísimos niveles de confiabilidad publican que acusan los partidos políticos y el Estado tradicional a nivel orbital propiciaran formas adelantadas de expresión ciberdemocrática que le permitirán a la ciudadanía del siglo XXI retar a sus dirigentes políticos, como ocurrió con la primavera árabe y los movimientos de indignados. No obstante, también los gobiernos utilizaran los instrumentos provenientes de la sociedad de la información y el conocimiento, para desarrollar una capacidad de extrema vigilancia hacia el movimiento de sus ciudadanos.

Las problemáticas de interdependencia compleja se acentuaran. Los temas de alta política continuaran siendo importantes, pero los problemas de baja política determinados por factores sociales y económicos tomaran el relevo de la atención de actores estratégicos y comunidad internacional .En efecto, conflictos de orden no militar como la inestabilidad económica, cambio climático, crimen organizado, escasez de recursos naturales; estarán al orden del día. Por ejemplo, el citado informe de la CIA da cuenta que uno de los recursos que más se está agotando es el agua dulce, lo cual puede degenerar la aparición de “conflictos hídricos”, ya que en el 2030 el 60% de la población mundial sufrirá por su abastecimiento.

En este periodo se reconocerá el fenómeno de la Cosmourbanización definido como el efecto de gravitación de los procesos citadinos en el globo terráqueo. La elongación del proceso de urbanización en el siglo XXI, mostrará que el 60% de la población mundial será de carácter citadino, lo cual traerá importantes retos a la hora de proveer vivienda, empleo y servicios públicos de proximidad; la creación de dispositivos para atender la expansión de barrios marginales, la pobreza y la atención de refugiados urbanos en las ciudades; el aumento de los índices de criminalidad; el deterioro medioambiental, entre otras disfuncionalidades que afectarán los contextos urbanos.

La desatención de estas improntas forjará un crack urbano en muchos rincones del planeta, lo cual pondrá en evidencia la fragmentación de la gobernabilidad urbana, generando dinámicas de ciudades fallidas.

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Jose Del Rosario Villamil Quiroz  (   Colombia )

Comunicador Social-Periodista de la Universidad Externado de Colombia1990; Estudios de Maestria en Administración y Gerencia Pública del Instituto Nacional de Administración Pública de España, 2007; Estudios de Maestria en Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid, 2009; Articulista de las Revistas Voxlocalis de la UIM y Gobernanza de la Asociación Internacional para la Go