No quiero arrastrar a otros a mi muerte
mi muerte es absoluta,
inmensa
íntima
pertinaz
única
tan mía…
¡Qué los muertos ya tienen con sus muertos!
¡Déjenme llorar tranquila!
Dejen que mis huesos desposen las flores marchitas
y siembren en el suelo la mortaja hambrienta
la sed minusválida de los tiempos derruidos.
¡Qué los muertos ya tienen con sus muertos!
Mi muerte es tan mía…
¡Déjenme llorar tranquila!
De pasajeros internos © Agatha Seixas/2015