Deja que me aferre.
deja que me afirme
ya sea para vivir
ya sea para morir
porque somos dos
en esta piel del miedo
que desdobla madrugadas
que siembra mentiras
sobre lo dulce de la vida
deja que duerma en paz
sobre el calor de tu seno
que te beba
que muerda la vida en ti
y no exista otro pan
que el de tu piel amanecida
en mi boca voraz
insaciable
sensible lengua entre vidas
amándonos pasajeros
fugaces y vulnerables
y si es nuestro destino
almas rotas seremos
en jirones de lo que quede
recordando primaveras
o inviernos de calor agradecido
en los ojos cerrados del duelo
o la alegría del cielo compartido
nunca habremos sido en vano
sí dioses de nuestro destino
y en todo caso
seguiremos viviendo como
almas rotas en un mismo sueño.