Baja mi flor, no vueles ¡soy el campo!
en tu semilla hay palmos de estos sueños,
dime si en tu soláz existe empeño,
para seguirte haciendo poesía...
Sierpes vi merodeando los jardines
con plumas al costado como encajes.
son dioses de otra época que en viaje
recorren los caminos del amor.
Baja mi flor, que tengo para ti,
fresco alivio, buena tierra y calor,
No pertenece al aire tu candor,
el solo de perfume se extasía.
¡Preso vi quien te amaba campo hermoso.
en el país del agua circundante,
y matan a los seres que se oponen.
a inundar tus simientes por lucrarse!
Baja: Ven a mis brazos, que te espero;
mi flor si sigues viendo tantas cosas,
quizas hasta el color se te alboroza,
podrias perecer de tanto amor.
¡Dejame que de color es mi vivir,
nada me aparte de incendiarte campo todo,
con el destello que en la mañana en el pozo,
refleja al alba trinar de turupiales!
Ven, por favor no te hagas tanto daño,
redime pronto esa angustia mi flor,
que sabe del amor quien no haya amado,
que sabe de tu esfuerzo el frenesí.
Ya es tarde vete en paz, dile a la nube,
que hay ciertos espejismos mar afuera,
que mi alma de rocío se desenfrena,
besando el verde fresco contumáz...