¿Cómo se logra la conformación de la Conferencia Nacional de Municipios de México?

La CONAMM es un frente amplio que agrupa a los 2,445 municipios mexicanos y que ha evolucionado en diferentes procesos de integración en los últimos 12 años, desde un acuerdo celebrado en el año 2002 en el marco del Congreso Mundial de Alcaldes de Río de Janeiro hasta el momento actual donde todas las fuerzas políticas y todos los liderazgos municipalistas del país hemos coincidido en consolidar la existencia, el desarrollo y fortalecimiento de esta organización unitaria de todos los alcaldes mexicanos.

La Conferencia tiene hoy tres principales objetivos: en primer lugar tiene el reto de representar al total de los municipios del país y que éstos se integren formal, política e institucionalmente en esta nueva organización. El segundo objetivo es construir una agenda de reformas legislativas, políticas, hacendarias, institucionales y en todos los ámbitos del desarrollo municipal de nuestro país; a partir de esa construcción se ha propuesto abrir procesos para resolverlas, sea ello con el Gobierno Federal, con el Congreso de la Unión, con los Congresos de los estados, con los gobiernos de los estados y el organismo que los agrupa que es la CONAGO.

Y por último, queremos contar con una plataforma institucional que permita ofrecer asesoría, asistencia técnica, capacitación y otros servicios a los municipios mexicanos, considerando las principales problemáticas que viven las comunidades locales y la necesidad de resolverlas en forma más efectiva.

En estos 12 años la CONAMM ha transitado por un período de acuerdos políticos, y actualmente se encuentra en una etapa de construcción institucional; planteamos que muy pronto –este mismo año– transite hacia una etapa de fortaleza política, en la que pueda establecer acuerdos nacionales para que sus iniciativas y las reformas que postula sean realidad.

Todo lo anterior tiene la visión de construir una reforma integral del régimen municipal mexicano, una revolución municipalista. Lograr que las ciudades y comunidades locales cuenten con estándares de calidad de vida de un nivel mucho más elevado.

¿Cuáles son las Prioridades de las Ciudades Mexicanas?

Lo simplificaría en tres grandes retos: en primer lugar, las ciudades mexicanas requieren que se establezca un federalismo con una visión nueva, de equidad, donde los tres órdenes de gobierno que existen en México (federación, estados y municipios) cuenten con competencias y con los recursos acordes a las responsabilidades que los ciudadanos esperan de ellos. En esa visión, los municipios son el orden de gobierno que vive hoy mayores debilidades en todos los sentidos, particularmente en el aspecto hacendario.

En segundo lugar, los mexicanos necesitamos modernizar la gestión de los gobiernos municipales, para profesionalizarlos, para lograr que puedan contar con períodos más amplios de gestión –lo que ya se está alcanzando con la reforma constitucional para lograr una sola reelección– y para que las administraciones cumplan con criterios, reglas y principios más estrictos en su funcionamiento institucional; en materia de transparencia, rendición de cuentas, estrategias para evitar endeudamientos excesivos y en general para contar con equipos más profesionales al servicio de las ciudades y de quienes habitan en ellas.

Y en tercer lugar, necesitamos urgentemente fortalecer a fondo las finanzas de los municipios. Actualmente sólo el 4% de los recursos federales participables se orientan a los municipios, y los programas, las estrategias y los fondos nacionales más importantes son responsabilidad de la federación y de los estados.

Necesitamos avanzar con un mayor sentido de corresponsabilidad, para que los municipios asuman competencias importantes en el desarrollo económico de sus localidades, pero necesitamos también que cuenten con recursos e instrumentos necesarios para ello. Especialmente se requiere potenciar las capacidades hacendarias de los municipios, dándoles mayores responsabilidades tributarias y asegurando que todas las actividades económicas, productivas o comerciales que se realizan en las ciudades le aporten un porcentaje de sus tributos a los gobiernos municipales, como sucede en todo el mundo, excepto en México.