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En el corazón de la experiencia materna migrante, Mamá Modo ON nace en el año 2020 como una asociación autogestionada sin fines de lucro con base en Bruselas Bélgica y con un propósito de acción social y de solidaridad. Mi nombre es Angélica Fandiño Castillo, soy colombiana viviendo en Bélgica desde hace 8 años y soy la fundadora de Mamá modo ON, una iniciativa que aborda la convergencia en la intersección entre migración y género, a partir de mi propia experiencia personal.
Antes de entrar en materia sobre las experiencias de las familias latinoamericanas en centros de acogida para demandantes de asilo en Bélgica, las cuales acompaño a traves de Mamá modo ON, quisiera narrarles ¿Cómo y por qué nace esta iniciativa? Y para ello, debo hablarles brevemente sobre mi trayectoria migratoria.
Mi historia, como la de muchas otras mujeres/madres migrantes latinoamericanas que hoy acompaño, ha estado marcada por diversos desafíos tales como: el aislamiento social y cultural ligados a las dificultades con el/los idiomas del país de acogida, el aislamiento materno, la carencia de una tribu al estar lejos de nuestras familias, las complicaciones administrativas que rodean el cuidado infantil y materno, además de dificultades frente a una inserción laboral efectiva según nuestras calificaciones profesionales previas a nuestra llegada al país. El conjunto de estos retos, se convirtieron en el motor que me impulsó a crear esta asociación convirtiendo mi propia experiencia, en un puente y una herramienta al servicio de otras mujeres y madres migrantes latinoamericanas que enfrentan desafíos similares.
¿Cuáles son los pilares de Mamá modo ON? Mamá Modo ON se funda sobre cuatro pilares que representan nuestra misión de acción social. Las actividades sociales y culturales, que son nuestra herramienta para tejer una red de apoyo sólida. El programa de desarrollo personal, como una invitación a crecer juntas. Talleres y formaciones, que se convierten en nuestro espacio de aprendizaje mutuo. Y “Pequeños Gestos, Grandes Causas” que refleja nuestro compromiso con la comunidad, extendiendo nuestra mano amiga a través de jornadas de donación para el beneficio de las familias latinoamericanas en centros de acogida para solicitantes de asilo en Bélgica.
Todo esto, al mismo tiempo que llevamos a cabo un trabajo de incidencia política ante organizaciones gubernamentales, embajadas, espacios académicos, diferentes instancias de incidencia a nivel nacional e internacional sobre la temática de migración y genero e incluso mediante la participación en mesas de debate de la Comisión Europea. En cada uno de estos espacios, buscamos con nuestra participación que las observaciones de campo y las voces de las mujeres/madres migrantes latinoamericanas y de sus familias sean escuchadas. Así mismo, llevamos a cabo actividades de información y sensibilización pública, particularmente a través de publicaciones, análisis y herramientas educativas que inciten a la reflexión y sensibilización sobre género y migración.
Todo este trabajo integrado de Mamá modo ON, no solo favorece una comprensión más profunda de la maternidad migrante, sino que también destaca la eficacia de la acción social como un medio para construir una red de apoyo sólida y abordar las complejidades que enfrentan las mujeres y madres migrantes en contextos extranjeros.
Como mencioné anteriormente, uno de los pilares de Mamá modo ON es “Pequeños Gestos, Grandes Causas” en donde realizamos jornadas de donación para el beneficio de las familias latinoamericanas en centros de acogida para solicitantes de asilo en Bélgica.
Este artículo destaca la realidad compleja que enfrentan las familias latinoamericanas en los centros de acogida en Bélgica y busca examinar las intersecciones entre migración, género e infancias, centrándose en las vivencias de esas familias, sus trayectorias y los desafíos que enfrentan en el proceso de integración al país. Para ello, se utilizó un enfoque cualitativo basado en entrevistas semidireccionadas y observación participante, para capturar las voces y experiencias de cuatro familias latinoamericanas[1] que viven actualmente en estos Centros y que hacen parte de Mamá modo ON. Se prestó especial atención a las narrativas de género y las percepciones de los niños sobre su entorno.
Proceso de adaptación en la Travesía: La Construcción de una Nueva Identidad
En el intrincado camino de la migración y la búsqueda de asilo, las familias latinoamericanas que llegan a Bélgica enfrentan desafíos que trascienden la incertidumbre legal. Gracias a las entrevistas realizadas, se logró identificar que estas familias no solo se enfrentan a la integración en una cultura que difiere significativamente de la suya, sino que además en su cotidianidad deben superar distintas dificultades viviendo en condiciones que citando sus propias palabras:
“No son condiciones dignas para una familia con hijos pequeños. Nosotros estamos agradecidos con el país porque mal que bien tenemos un techo y un plato de comida, pero créame que lo más difícil es tener que convivir con personas de otras culturas que no respetan a las mujeres ni los niños, a nosotros incluso nos da miedo ir al baño porque como en estos albergues no solo viven familias, sino que también son para los hombres solteros de otras culturas, muchas veces cuando salimos del cuarto para ir a los baños, nos insinúan cosas. Incluso una vez a mi hijo, el mayor, le ofrecieron plata saliendo del baño, si iba al cuarto de uno de esos señores.”
Este artículo busca hacer foco sobre los puntos recurrentes que surgieron en las entrevistas realizadas a cada miembro que de las cuatro familias (papá, mamá y cada uno de los hijos) sobre las condiciones en las que viven en los Centros de acogida. A partir de sus respuestas, los aspectos comunes que surgieron son: 1. Los desafíos sanitarios; 2. Los temores a la violencia sexual; 3. La exclusión social y laboral; y 4. Los sueños que los sostienen en la espera de una respuesta legal frente a su demanda de asilo y su anhelo de un futuro más seguro.
1. Condiciones Sanitarias:
Las condiciones sanitarias en los centros de acogida para demandantes de asilo son un aspecto crítico y a menudo precario y cualquier persona que tenga la oportunidad de visitar estos centros podrá constatarlo sin mayor esfuerzo. Una de las madres entrevistadas, que prefiere conservar el anonimato por seguridad, comparte su experiencia:
"A mi esposo y a mi nos preocupa la salud y la seguridad de nuestros hijos. No hay baños para familias o para niños, son los mismos para todos los que vivimos en el albergue. Solo los separan por hombres y mujeres, pero imagínese yo estando en embarazo ¿cómo entro a ese baño tan sucio? O imagínese a mi hijo el menor, de 4 años, teniendo que entrar ahí que no solo ni alcanza a sentarse, sino que además siempre están sucios, no dan descarga, yo no lo dejo sentar porque me da miedo que se me enferme de algo”
Otra madre entrevistada agrega:
“En un país como este, la salud y la higiene no deberían ser un lujo inalcanzable".
En muchos casos, los centros de acogida para demandantes de asilo enfrentan desafíos considerables en términos de mantener estándares ideales de higiene. La superpoblación y la falta de recursos humanos a menudo contribuyen para que las condiciones de higiene estén muy propensas a la afectación la salud y el bienestar de los residentes.
Por tanto, uno de los aspectos críticos que resaltaron no solo las cuatro familias entrevistadas sino las demás familias que participan en las actividades de Mamá modo ON pero que no participaron en la realización de este artículo, es la infraestructura sanitaria. Todos coinciden en que la disponibilidad de baños limpios, duchas adecuadas y áreas de lavado de manos adaptados tanto para adultos como para niños, son algo esencial para prevenir enfermedades y garantizar la dignidad de quienes residen en estos lugares. La falta de instalaciones adecuadas no solo da lugar a problemas de salud, sino que además que afectan la convivencia entre toda la comunidad, pues hay acusaciones de unos hacia otros por el mal cuidado de estos espacios.
Asimismo, la gestión adecuada de residuos y la limpieza regular son factores determinantes para mantener la higiene. La acumulación de basura puede no solo representar riesgos para la salud, sino también contribuyen a un entorno desfavorable que afecta la moral de quienes viven en estos centros de acogida.
Sin embargo, las condiciones al parecer no van a mejorar en un corto o mediano plazo. Tal y como lo manifiesta uno de los padres de familia entrevistados:
“Cada vez que las familias hemos manifestado nuestro malestar de esta realidad antes los trabajadores sociales de los albergues, pero la respuesta ha sido que no hay suficiente personal para hacer la limpieza y que la única solución es que la misma comunidad residente de encargue.
Nosotros lo haríamos, pero hay gente de tantas culturas diferentes y con hábitos de aseo tan diferentes a las nuestras que entonces nos tocaría estar limpiando todo el tiempo lo de ellos. Por eso nosotros propusimos que nos asignes baños independientes por culturas, por ejemplo, una para los latinos, pero acá nos dicen que no lo pueden hacer porque eso sería racismo. También dijimos que asignen entonces unos baños solo para familias, pensando sobre todo en los niños y las mujeres, pero dicen que tampoco, que eso es exclusión. En conclusión, a nosotros no toca todo el tiempo adaptarnos a las otras culturas, incluso en la comida que nos dan que es picante hasta para los adultos y todavía más para los niños, pero pues acá ellos son mayoría y a nosotros no nos escuchan”
2. Temores de Abuso Sexual:
La vulnerabilidad de las mujeres y niños en estos entornos es una preocupación constante. Una madre entrevistada, revela su inquietud:
"Cuando salí de mi tierra no me imagine llegar a tener miedo de la violencia o de abuso sexual aquí. Mi esposo y yo queremos que nuestros hijos crezcan en un lugar seguro, pero a veces sentimos que no tenemos control sobre eso con tantos hombres solteros que viven acá y que vienen de otras culturas donde la mujer no tiene el mismo valor o donde tener relaciones con menores de edad es algo normal".
Estas preocupaciones reflejan la necesidad de un enfoque específico hacia la protección de las mujeres y los niños en entornos de refugio, resaltando la urgencia de políticas y prácticas que aborden la violencia de género y proporcionen recursos adecuados para prevención y el apoyo psicológico ante posibles casos de abuso. Una
de las madres entrevistadas manifestó que en varias ocasiones se ha dirigido a las personas encargadas de administrar el refugio en donde vive, en Leopolsburg, pero que la respuesta ha sido que no hay personal especializado para el tema, pero que, en caso de sufrir un abuso, pueden acudir a la policía y a un centro médico para hacer la denuncia y restablecimiento de sus derechos.
3. Exclusión Social y Laboral:
La integración en la sociedad de acogida se encuentra con barreras significativas. Andrés (pseudónimo elegido por el mismo) padre de tres hijos de 14, 4 años y una bebe de 3 meses expresa su desafío:
"Encontrar trabajo es difícil. Aunque queremos trabajar, la falta de conocimiento del idioma y también por el hecho de no ser de acá nos excluyen. Queremos salir adelante y ser parte de esta comunidad, pero a veces se siente como una lucha imposible".
Sin embargo, no solo los adultos enfrentan estos desafíos, los niños que viven en estos refugios también viven estigmatización. Isabella, de 14 años, menciona:
"A mi hermanito y a mí, aveces nos miran diferente en la escuela y en el barrio. Pero queremos que nos vean por lo que somos, no solo por de dónde venimos o porque estamos en un albergue".
Por esto, abordar la estigmatización y promover la aceptación de la población migrante en los entornos cercanos a los albergues es crucial para la construcción de una sociedad plural e incluyente.
4. Sueños para el Futuro:
A pesar de los desafíos diarios, estas familias no pierden de vista sus sueños y aspiraciones. Una de las madres entrevistadas, con gran esperanza en sus ojos, comparte:
"Nuestro sueño es que nos den el si al proceso y no seguir viviendo en este contenedor de 2 metros cuadrados sin ventanas. Yo me imagino teniendo un hogar estable, así sea pequeñito pero donde solo vivamos nosotros 4 y donde nuestros hijos puedan crecer sin miedo. Queremos trabajar, estudiar y ser felices. Pero acá estamos dándola toda y todavia tenemos esperanzas para el futuro".
Mateo (pseudonimo elegido por sus padres) de 7 años dice:
“En este cuartico nosotros cinco hemos tenido que compartir todo, hasta el espacio para jugar. A veces es difícil jugar así. Queremos tener nuestro propio espacio, y extrañamos tener una casa como antes".
Estos sueños de estas familias no solo son para ellos mismos su motor, sino también reflejan sus espíritus de resiliencia y determinación para enfrentar estas y futuras adversidades con una visión clara de un futuro más prometedor.
Conclusiones
Las autoridades belgas han expresado su compromiso con los derechos y el bienestar de las familias que buscan refugio en Bélgica, especialmente aquellas con niños pequeños. Se destaca la importancia de brindar un entorno seguro y acogedor para estos grupos vulnerables. A la fecha, de acuerdo con las declaraciones de división para Bélgica y Luxemburgo de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados[2] las autoridades competentes reconocen la necesidad de garantizar un proceso de asilo justo y eficiente, teniendo en cuenta las circunstancias específicas de las familias con niños, y buscan proporcionar apoyo adecuado para su integración en la sociedad belga. Sin embargo, hoy en día se vive una realidad de sobrepoblación migrante y una crisis de escasez de centros de acogida para demandantes de asilo, así como de personal para trabajar en los mismos.
La discusión que suscitan las entrevistas realizadas para este artículo, se centra en la importancia de implementar políticas de acogida sensibles al género. Se destaca la necesidad de reconocer y abordar las necesidades específicas de las mujeres y los niños en los centros acogida para demandantes de asilo, desde la provisión de servicios de apoyo hasta la atención especializada en la educación infantil. Autores como Cortés Mais
onave, A., Manjarrez, J. (2021) [3] coinciden en este punto y subrayan la importanci
a de considerar las dinámicas de género en la migración y las implicaciones para el bienestar y la salud física y mental de las mujeres y sus familias.
Como se evidencia a través de los relatos de las entrevistas, las mujeres dentro de estas familias no solo enfrentan los desafíos típicos de la migración, sino que también asumen roles multifacéticos. Actúan como cuidadoras y mediadoras familiares, destacando la complejidad de sus identidades y responsabilidades en un entorno desafiante. Además, se observa la resiliencia de los niños, pero también se identifican dificultades en la adaptación a la nueva cultura y sistema educativo.
A través de estas voces de cada integrante de las cuatro familias entrevistados, se busca fomentar la conciencia y la empatía hacia aquellos que, en busca de seguridad y un avenir mejor, se enfrentan a desafíos adicionales. Además, la esperanza de darle lugar a las voces de dichas familias es que este reconocimiento conduzca a políticas y acciones que ofrezcan un camino más digno y sostenible hacia un futuro más seguro para estas y otras futuras familias que deban transitar este camino como demandantes de asilo en Bélgica.
Por último, la cercanía de la asociación Mamá modo ON y estas familias permiten un lugar de encuentro e intercambio entre semejantes, permitiendo espacios seguros donde las mujeres y sus familias se sientan libres de hablar entre sí sobre sus experiencias personales, las validen y puedan crear un sentimiento de solidaridad. Cuando estas familias describen sus propias experiencias, descubren el papel del agente en su propio mundo. Desde sus realidades individuales, las mujeres y las niños pueden pasar a una visión colectiva, buscar soluciones juntas y experimentar con ellas, construir demandas políticas e imaginar estrategias para lograrlas.
En resumen, Mamá Modo ON no solo es una asociación, es un movimiento que acompaña el camino para que otras mujeres y madres latinoamericanas, construyan puentes, derriben barreras y tejan una red sólida que trasciende fronteras geográficas y culturales. Cada paso que damos en Mamá mo
do ON son un acto de solidaridad, una contribución a construir un entorno más co
mpasivo y de apoyo para todas las mujeres y madres que, como yo, han decidido emprender este camino en tierras lejanas. Gracias a ello, hoy podemos afirmar con orgullo que Mamá Modo ON no es solo una respuesta, sino al mismo tiempo una invitación a unirse a la acción social y un recordatorio de que juntas, mediante pequeñas acciones, podemos lograr grandes cambios.
Fundadora y CEO de Mamá modo ON - Bélgica