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Autor: Mariano Alvarez[1]
Etiquetas: paradiplomacia, internacionalización, planificación, Agenda 2030, Objetivos de Desarrollo Sostenible
La internacionalización territorial o paradiplomacia (véase Alvarez, 2021) es tanto actuar en el escenario global como localizar, en el territorio, temas internacionales. Respecto de lo primero, los gobiernos municipales y regionales son reconocidos cada vez más como actores relevantes de la política global. Sobre lo segundo, solemos destacar únicamente el aporte que la internacionalización puede hacer a la gestión de temas o áreas puntuales en los municipios (transferencia de conocimientos, asistencia técnica, promoción de inversiones, fomento del turismo, entre otros), pero pocas veces nos detenemos a considerar cómo la localización de temas internacionales puede contribuir a la planificación municipal.
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A partir de la Nueva Agenda Urbana (Habitat III, 2017), existe una creciente conciencia de que los problemas globales requieren de soluciones locales. A través de herramientas para su internacionalización territorial, los gobiernos municipales se constituyen en actores relevantes para enfrentar los grandes problemas mundiales, sean estos ambientales, sociales, económicos o, incluso, políticos. Esto, que durante largos años fue una reivindicación de los gobiernos municipales y regionales, a contracorriente de las teorías imperantes sobre la centralidad del Estado en las relaciones internacionales, tomó cuerpo en el proceso de diseño de la Agenda 2030. Gracias a ello, la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) (un tema negociado y acordado entre Estados) no puede entenderse sin la participación de los actores locales (Cities Alliance, 2015).
El vínculo de la Agenda 2030 con el ámbito local marcó una gran diferencia con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), en los cuales la dimensión local estaba ausente. La Agenda 2030 no solo incluye el Objetivo 11, dedicado a lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles, sino que refiere al ámbito local a lo largo de sus 169 metas, haciendo que la Agenda esté llamada, desde un inicio, a su localización (Ojeda Medina, 2019b). Es más, los primeros estudios sobre la articulación entre Objetivos, Metas e Indicadores generaron un cierto consenso respecto a que la consecución de los ODS, en específico del 65% de sus metas, está directa o indirectamente condicionada a la participación de los gobiernos regionales y locales (CGLU, 2016, 2020; Cities Alliance, 2015; OCDE, 2018; Ojeda Medina, 2019a; Varela, Álvarez, & Cortés, 2020).
Se acepta, por tanto, que la única forma en que se logrará cumplir con la Agenda 2030, alcanzando sus objetivos, metas e indicadores, es con la participación plena de los actores locales, tanto en su implementación como en su definición y monitoreo (Varela et al., 2020). Sin embargo, poco se difunde respecto de los beneficios que la localización de la Agenda puede acarrear para los municipios, siendo que resulta cada vez más evidente que los gobiernos locales no pueden alcanzar su desarrollo pleno sin considerar el ámbito internacional (PNUD, GTF, CGLU, UN-Habitat, & Diputació Barcelona, 2019).
Cuando hablamos de la adaptación, implementación y monitoreo de los ODS a nivel local, no solo se hace referencia al espacio geográfico, sino que se incluye a sus actores, instituciones, cultura e historia (PNUD et al., 2019). A través de la localización de los ODS, el territorio se transforma en protagonista en la construcción de un desarrollo digno y sostenible, cuyas especificidades requieren ser leídas en toda su complejidad (ISM, 2020).
No obstante, el punto central que queremos formular aquí es que el ejercicio de localización de los ODS no solo es necesario para la consecución de éstos, sino que también ofrece un marco de referencia para el trabajo conjunto de las distintas áreas del gobierno municipal. Debido a que la Agenda 2030 fue formulada bajo un principio de integralidad, en base al cual no es posible la consecución de las metas de forma aislada, localizar los ODS implica, necesariamente, un trabajo de coordinación al interior de los gobiernos locales.
En otros términos, para lograr los ODS es necesario cumplir con las metas, pero si bien éstas cuentan con indicadores específicos, esto solo dan cuenta del avance; cumplir a cabalidad el indicador específico de la meta no asegura el cumplimiento de ésta; de la misma forma, alcanzar todas las metas de un objetivo, no implica lograrlo. Cada ODS necesita que se cumplan metas vinculadas a otros ODS. En consecuencia, cada departamento, secretaría, ministerio o unidad municipal que aborde metas de la Agenda 2030, debe identificar a los demás actores municipales involucrados, a fin de genera las sinergias necesarias para alcanzar los objetivos propuestos.
Por ejemplo, el ODS 6 persigue garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos. Ello se articula en seis metas, siendo la 6.1 lograr el acceso universal y equitativo al agua potable a un precio asequible y para todos. En un estudio que hizo el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en Bután (PNUD, 2017), se identificaron seis áreas distintas de gobierno que realizaban acciones en dicha línea. Cinco de ellas también estaba involucradas en lograr la meta 6.2 sobre el acceso a servicios de saneamiento e higiene adecuados y equitativos. Esta revisión del vínculo entre acciones y metas permite que las áreas reconozcan contrapartes con quien coordinarse e implementar de mejor manera sus programas.
Ahora, este ejercicio de vinculación no implica, necesariamente, reformular la planificación, pero sí repensar su implementación. En este sentido, se debe trabajar en dos ámbitos: por un lado, planificar las nuevas acciones municipales en torno a las metas de los ODS, articulando a todos los actores involucrados en su consecución. Por otro, identificar el vínculo con la Agenda 2030 de las acciones que ya están realizando los distintos actores al interior de los municipios, lo que permite dejar de considerarlas de forma aislada, contribuyendo a una ejecución conjunta e integral de las acciones gubernamentales.
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La internacionalización territorial, generalmente, ha sido abordada desde el estudio y planificación del accionar externo de los gobiernos locales y regionales; pero la globalización de las políticas sectoriales, a través de su vinculación con la Agenda 2030, puede generar grandes beneficios para el desarrollo territorial. El proceso de localización, implementación y seguimiento de los ODS ofrece un marco para una planificación municipal más eficiente y sostenible, en colaboración y coordinación con los demás sectores del gobierno (PNUD et al., 2019; Varela et al., 2020).
Identificar la vinculación explícita e implícita de las metas de los ODS a los planes de desarrollo, permite a los gobiernos locales incorporar a dichos planes características de gestión integrada territorial y acceso a la cooperación internacional (Ojeda Medina, 2019a, 2019b). Asimismo, planificar cómo contribuye cada acción del municipio a la consecución de las metas y objetivos de la Agenda 2030, facilita visualizar las áreas de trabajo donde converge más de un sector de gobierno. Con ello es posible establecer acciones conjuntas, generar sinergias y evitar duplicaciones. La localización de la Agenda se convierte entonces en un instrumento para la planificación integral del municipio, ofreciendo una visión y articulación en conjunto de las distintas áreas de gobierno.
Referencias
Alvarez, M. (2021). Debates teóricos sobre la acción exterior de los gobiernos no centrales: Una propuesta sintetizadora respecto de la paradiplomacia. Papel Político, 26. https://doi.org/10.11144/Javeriana.papo26.dtae
CGLU. (2016). Objetivos de Desarrollo Sostenible: Lo que los gobiernos locales deben saber. United Cities and Local Governments. Recuperado de http://www.uclg-decentralisation.org/sites/default/files/Los%20ODS%20%20Lo%20que%20los%20gobiernos%20locales%20deben%20saber_0.pdf
CGLU. (2020). Guidelines for Voluntary Local Reviews. Volume 1: A comparative Analysis of Existing VLRs (United Cities and Local Governments / UN-Habitat). Barcelona.
Cities Alliance. (2015). Sustainable Development Goals and Habitat III: Opportunities for a successful New Urban Agenda (N.o 3). Cities Alliance. Recuperado de Cities Alliance website: https://www.adelphi.de/en/publication/sustainable-development-goals-and-habitat-iii-opportunities-successful-new-urban-agenda
Habitat III. (2017). Nueva Agenda Urbana. Quito: Naciones Unidas.
ISM. (2020). Planificar en un mundo de incertezas crecientes. Presentado en Planificación estratégica territorial y Agenda 2030. CEPAL / Instituto Social del Mercosur.
OCDE. (2018). Reshaping Decentralised Development Co-operation: The Key Role of Cities and Regions for the 2030 Agenda. OECD. https://doi.org/10.1787/9789264302914-en
Ojeda Medina, T. (2019a). El Rol Estratégico De Los Gobiernos Locales y Regionales En La Implementación De La Agenda 2030: Experiencias Desde La Cooperación Sur-Sur y Triangular. OASIS, (31), 9-29. https://doi.org/10.18601/16577558.n31.03
Ojeda Medina, T. (2019b). Localización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en espacios fronterizos y cooperación sur-sur transfronteriza en América Latina. Aldea Mundo, 0(47), 27-38.
PNUD. (2017). Rapid Integrated Assessment (RIA) To facilitate mainstreaming of SDGs into national and local plans. Nueva York: Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. Recuperado de https://www.undp.org/content/undp/en/home/librarypage/sustainable-development-goals/rapid-integrated-assessment---mainstreaming-sdgs-into-national-a.html
PNUD, GTF, CGLU, UN-Habitat, & Diputació Barcelona. (2019). The Trainer’s Guide. Learning Module 2: Territorial Planning to Achieve the SDGs. Recuperado de https://www.uclg.org/sites/default/files/module_2_territorial_planning.pdf
Varela, F., Álvarez, B., & Cortés, J. (2020). Guía para la localización de la Agenda 2030 (Gobierno de España / Federación Española de Municipios y Provincias). Recuperado de https://www.agenda2030.gob.es/recursos/docs/Guia_para_Localizacion_de_la_Agenda_2030.pdf
[1] Doctor por la Universidad de Leiden; Magíster en Estudios Internacionales por la Universidad de Chile y Licenciado en Ciencias Políticas por la Pontificia Universidad Católica Argentina. Profesor del Instituto de Gobierno y Asuntos Públicos de la Universidad Austral de Chile, y Director Ejecutivo de la Red de Expertos en Paradiplomacia e Internacionalización Territorial (REPIT).
Periodista chilena radicada en España - Especialista en Comunicación Pública - Directora de la Revista Vox Locális.